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Cardiólogo sorprendió a todos con una forma de limpiar los vasos sanguíneos de manera

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Cardiólogo sorprendió a todos con una forma de limpiar los vasos sanguíneos de manera

La salud es algo que podemos dar por sentado fácilmente. Cuando empezamos a perderla, es difícil creer que hemos pasado tanto tiempo sin valorarla. Para asegurarte de mantenerte lo más sano posible, te hemos preparado una guía que te ayudará a estarlo, donde se detallarán los aspectos relativos a tu salud física, mental y emocional. ¿Por qué querrías vivir de otra manera?
Enfócate en las frutas y verduras. Una alimentación saludable está llena de vitaminas, nutrientes y colores (además de ser balanceada). La manera más fácil de que sea así es consumiendo más frutas y verduras, las cuales están llenas de nutrientes, pero no de calorías, es decir, podrás comer muchísimas sin que afecte tu cintura, además son buenas para la salud. Y, por supuesto, ¡mientras más frescas, mejor!
  • La mayoría de las frutas y verduras son buenas para la salud, pero se dice que algunas son mejores que otras. Si de verdad quieres centrarte en el poder de la madre naturaleza, podrás agregar col rizada, espinaca, zanahorias, apio, arándanos rojos, arándanos regulares y piña en el carrito de las compras de la próxima semana. ¡También son todos los colores del arcoíris!
Incorpora carnes magras, productos lácteos bajos en grasa y granos integrales. Por más saludables que sean las frutas y verduras, también necesitarás incorporar otros productos para que tu alimentación sea variada y balanceada. Cuando compres carnes, leche, quesos y pasta, asegúrate de escoger carnes magras, lácteos bajos en grasa y pasta de grano integral. Es decir, tendrás que comprar carnes blancas (sin piel), leche, queso, yogur descremado o bajo en grasa, pasta integral, quínoa y avena.
  • En cuanto a los granos, entre más marrones, mejor. En realidad, los granos blancos no deben ser parte de tu alimentación. Si están blancos, es porque han sido procesados y han perdido todos los nutrientes. Son solo carbohidratos vacíos.

Reduce la cantidad de comida procesada. Si está empaquetada, lo más probable es que no sea tan saludable y, si está en un envase que vencerá en años, peor. Resulta que el Ministerio de Salud ni siquiera regula todos los ingredientes que contienen. Por otro lado, ¡el organismo no regula tampoco esos aditivos! Ni siquiera se reconocen como productos alimenticios. El organismo los almacena y no sabe qué hacer con ellos. Es algo muy desagradable.
  • El Ministerio de Salud tampoco regula todas las etiquetas. Las empresas pueden hacer uso libre de palabras y frases como “100 % natural”, “de corral”, “sin aditivos” y “puro” sin penalidad alguna. Así que si vas a comprar algo empaquetado que se venda con una afirmación que no parezca factible, es probable que no lo sea

Toma más agua. Si buscas un milagro en la Tierra, quizá el agua sea tu respuesta. Mantente hidratado y verás que casi todas las demás partes de tu cuerpo se mantendrán sanas: la piel, el cabello, las uñas, los órganos, hasta tu mente. Además, ¡podrás  Algunos estudios arrojaron que se puede bajar hasta 2 kilos (5 libras) al año con tan solo aumentar la ingesta de agua un litro al día aproximadamente.
  • Algunas de las razones que provocan la pérdida de peso es que beber agua te mantiene saciado, pero beber agua fría también acelera el metabolismo. De hecho, beber agua fría (500 ml para ser precisos) aumenta el metabolismo un 30 % durante 10 a 40 minutos. Así que toma agua fría mientras hagas ejercicios y quemarás incluso más calorías.
Cocina de la manera correcta. Como vas a eliminar toda la comida procesada, inevitablemente estarás más tiempo en la cocina, en donde por fin pondrás tus conocimientos del canal de cocina en práctica. Cocinar es excelente para el presupuesto, las habilidades y la cintura, y te recomendamos lo siguiente:
  • Si puedes, consume la mayor cantidad posible de alimentos crudos. No hay nada de malo con las verduras congeladas y enlatadas, pero comerlas crudas será muchísimo mejor. En ese estado, no habrán perdido ninguno de sus nutrientes.
  • Emplea el tipo correcto de aceites, tales como el de oliva o de cártamo, pues están llenos de grasas buenas. Haz lo mismo con los quesos, mantequillas y cremas untables, procura buscar la versión light de sus equivalentes con grasas completas.
  • Evitar freír y rebozar los alimentos. El pollo es bueno, pero solo si no está empanizado, frito en aceite y sazonado con condimentos azucarados.
  • ¡No eches sal a los alimentos! La Asociación Americana del Corazón recomienda que la ingesta de sal debe ser menor a 1500 mg al día. Parece una cantidad fácil de alcanzar hasta que te enteras de que una cucharadita contiene 2300 mg.
Concéntrate en las grasas buenas. Hemos hablado sobre ellas anteriormente, pero queda mucho más por explorar: las grasas son necesarias (sobre todo para que tu cabello esté más brillante, para que tus uñas estén más sanas y para que tu sistema digestivo funcione normalmente), pero las grasas no saturadas son muchísimo mejores que las saturadas (que contienen grasas trans). Algunas fuentes de grasas buenas son: el aceite de oliva, el aguacate y las nueces, siempre con moderación.
  • Atención: no debes consumir esas grasas aparte de los alimentos que comes normalmente, sino que deberás emplearlas como sustitutos. Así que, en vez de saltear verduras con aceite vegetal, opta por el aceite de oliva. En vez de consumir una barra de caramelo, opta por un manojo de almendras. Esos sustitutos también te saciarán, pero tu organismo podrá procesar las grasas no saturadas de manera mucho más eficiente.